Autor: nettix

  • iPhone 11 vs iPhone 13 mini: ¿Cuál es el mejor iPhone para ti en 2025?

    Si estás pensando en dar el salto al mundo Apple o renovar tu iPhone sin vaciar tu billetera, es probable que te encuentres entre dos opciones populares: el iPhone 11 y el iPhone 13 mini. Ambos modelos ofrecen características atractivas, pero ¿cuál se adapta mejor a tus necesidades en 2025? Vamos a descubrirlo.

    Rendimiento y potencia

    • iPhone 11: Equipado con el chip A13 Bionic, sigue siendo un dispositivo ágil para tareas cotidianas como redes sociales, navegación y juegos ligeros. Aunque no es el más reciente, su rendimiento sigue siendo sólido.
    • iPhone 13 mini: Con el chip A15 Bionic, ofrece un rendimiento superior, ideal para multitarea, juegos exigentes y aplicaciones de edición. Además, su eficiencia energética es notable.

    Cámara y fotografía

    • iPhone 11: Cuenta con una doble cámara de 12 MP (gran angular y ultra gran angular) que captura imágenes nítidas y videos en 4K. Su modo noche mejora las fotos en condiciones de poca luz.
    • iPhone 13 mini: También tiene una doble cámara de 12 MP, pero con mejoras en sensores y procesamiento de imagen. Ofrece mejor rendimiento en fotografía nocturna y el modo Cinemático para videos con efecto de profundidad.

    Rendimiento en video para redes sociales

    Si eres de los que pasa horas creando contenido para TikTok, Instagram o YouTube, la calidad de video es crucial. El iPhone 11 ofrece grabación en 4K hasta 60 fps y cámara lenta en 1080p a 240 fps, lo que es más que suficiente para la mayoría de los creadores de contenido. Por otro lado, el iPhone 13 mini lleva esto un paso más allá con su modo Cinemático, que permite grabar videos con efecto de profundidad de campo, dando un toque profesional a tus clips. Además, su chip A15 Bionic mejora la estabilización y el procesamiento de video, asegurando que tus publicaciones se vean increíbles.

    Batería y autonomía

    • iPhone 11: Su batería de 3,110 mAh proporciona una autonomía que dura todo el día con uso moderado.
    • iPhone 13 mini: Aunque su batería es más pequeña (2,406 mAh), la eficiencia del chip A15 Bionic compensa, ofreciendo una duración comparable en un diseño más compacto.

    Diseño y pantalla

    • iPhone 11: Pantalla LCD de 6.1 pulgadas, ideal para quienes prefieren pantallas más grandes para ver contenido multimedia.
    • iPhone 13 mini: Pantalla OLED de 5.4 pulgadas con colores más vivos y negros profundos. Su tamaño compacto es perfecto para quienes buscan portabilidad.

    Conectividad y actualizaciones

    • iPhone 11: Compatible con redes 4G LTE y se espera que reciba actualizaciones de iOS hasta 2026.
    • iPhone 13 mini: Compatible con redes 5G, ofreciendo velocidades de descarga más rápidas. Se espera que reciba actualizaciones de iOS hasta 2027 o más.

    Precio y disponibilidad

    • iPhone 11: Al ser un modelo más antiguo, es más accesible en el mercado de reacondicionados, ideal para presupuestos ajustados.
    • iPhone 13 mini: Aunque su precio es más elevado, ofrece características más modernas y un diseño compacto.

    Conclusión

    • Elige el iPhone 11 si: Prefieres una pantalla más grande, buscas una buena cámara y batería a un precio más accesible.
    • Elige el iPhone 13 mini si: Quieres un dispositivo compacto con mejor rendimiento, cámaras mejoradas y conectividad 5G.

    Ambos modelos siguen siendo opciones válidas en 2025. Tu elección dependerá de tus prioridades: tamaño, rendimiento, cámara o presupuesto.

  • Canon G1 X: Una Compañera de Viajes con Corazón Profesional

    Canon G1 X: Una Compañera de Viajes con Corazón Profesional

    Hay cámaras que simplemente cumplen su función. Y hay otras que, sin darte cuenta, se convierten en parte de tu historia. Para mí, esa cámara es la Canon PowerShot G1 X. La compré nueva en 2014, con la idea de tener algo compacto pero con calidad profesional. Lo que no sabía en ese momento era que iba a convertirse en mi aliada fiel durante años.

    Me acompañó por Buenos Aires, Argentina, por los rincones más auténticos del interior del Perú, y por las calles llenas de vida en México. En cada uno de esos lugares, la G1 X respondió con firmeza, con ese carácter robusto que pocas compactas tienen.

    Técnica con alma

    La Canon G1 X fue lanzada oficialmente el 9 de enero de 2012, y desde el primer momento demostró que no era una compacta cualquiera. Está equipada con un sensor CMOS de 1.5 pulgadas (casi tan grande como el de muchas DSLR de la época), con 14.3 megapíxeles, y lo más importante para mi: dispara en formato RAW. Esa sola característica la separa del montón. Poder editar con flexibilidad, rescatar luces y sombras en postproducción… es una herramienta real para quienes nos tomamos la fotografía en serio.

    Su lente fijo 28-112 mm (equivalente) con apertura f/2.8-5.8 ofrece un rango versátil para calle, retratos e incluso paisajes. Y aunque no tiene zoom intercambiable, la calidad óptica es excelente. La pantalla articulada de 3 pulgadas me ha salvado en más de una toma complicada, sobre todo cuando buscaba encuadres bajos o discretos.

    Algo que me atrajo mucho fue la pantalla abatible, era mi primera cámara con esta característica lo cual permite hacer fotos en otros ángulos, muy desde arriba o muy desde abajo, desde el suelo.

    Potencia oculta en cada archivo: el RAW de la G1 X sorprende

    La calidad RAW de la Canon G1 X es, sin exagerar, lo que la convierte en una cámara compacta verdaderamente especial. Gracias a su sensor de 1.5 pulgadas (casi del tamaño APS-C), los archivos RAW que produce tienen una profundidad tonal, un rango dinámico y una capacidad de recuperación de luces y sombras que sorprenden incluso hoy, en 2025. Al editar en Lightroom o Capture One, es evidente que este sensor fue pensado para fotógrafos exigentes: los colores mantienen su naturalidad, las texturas no se rompen con facilidad y, sobre todo, las imágenes conservan un carácter casi cinematográfico.

    Para quienes disfrutan del proceso de revelar cada toma, la G1 X ofrece un archivo noble, flexible y con ese “algo” que hace que valga la pena cargar con una cámara un poco más grande.

    Canon G1x Características

    Algunas especificaciones técnicas que todavía valoro:

    • Procesador DIGIC 5, rápido para su tiempo
    • Modos manuales completos, ideal para quien no quiere depender del automático
    • Grabación de video Full HD a 1080p
    • Visor óptico, útil en días de mucho sol
    • Construcción sólida y cuerpo de aleación de magnesio, que se siente más «pro» que muchas réflex ligeras

    No es perfecta, y eso también me gusta

    ¿Es pesada? Un poco, sí. ¿El enfoque podría ser más veloz? También. Pero ahí está su encanto: no pretende ser una cámara para cualquiera, sino para quien valora el proceso, la composición y la intención en cada disparo. Y eso, para mí, la hace única.

    Más que una cámara: una compañera

    Hoy, después de más de una década, sigo conservándola. Y no es por nostalgia (aunque también), sino porque aún funciona como el primer día. Cada vez que la saco de la mochila, recuerdo un atardecer en Salta, una caminata por el centro de Lima, una toma casual en Ciudad de México que terminó siendo una de mis favoritas.

    La Canon G1 X no solo me enseñó a mirar, también me enseñó a confiar en una cámara. En esos viajes donde cada gramo importa, siempre elegí llevarla conmigo. Y nunca me falló.

    Viajes y Experiencias usando esta cámara

    • La Bombonera: Un Ícono Futbolero Capturado con mi Canon G1X

      La Bombonera: Un Ícono Futbolero Capturado con mi Canon G1X

      Visitar La Bombonera en mayo de 2019 fue una experiencia tan intensa como estar en un partido. Aunque el estadio estaba vacío, la energía de sus tribunas parecía estar aún presente, flotando en el aire. Esta no fue una simple visita turística, fue una parada obligatoria para cualquier amante del fútbol… y de la fotografía.…

    • Canon G1 X: Una Compañera de Viajes con Corazón Profesional

      Canon G1 X: Una Compañera de Viajes con Corazón Profesional

      Hay cámaras que simplemente cumplen su función. Y hay otras que, sin darte cuenta, se convierten en parte de tu historia. Para mí, esa cámara es la Canon PowerShot G1 X. La compré nueva en 2014, con la idea de tener algo compacto pero con calidad profesional. Lo que no sabía en ese momento era…

  • Guardianes del Cielo Peruano: Helicópteros Mi-17 del Ejército del Perú

    Guardianes del Cielo Peruano: Helicópteros Mi-17 del Ejército del Perú

    Era una tarde despejada en Lima. El cielo tenía ese azul intenso que invita a mirar hacia arriba y detener el tiempo por un instante. Desde el balcón de mi casa, el zumbido grave y familiar de rotores se hizo presente. Sin pensarlo dos veces, tomé mi Nikon D300s y monté uno de mis lentes favoritos: el Nikkor 80-200mm f/2.8 ED, un clásico de la fotografía de acción y reportaje.

    Mientras los helicópteros surcaban el cielo, pude capturar una serie de imágenes de dos imponentes Mil Mi-17 pertenecientes al Ejército del Perú. El primero, con matrícula EP-678, presentaba el característico esquema verde militar, sobrio pero elegante. El segundo, el EP-686, lucía un camuflaje pixelado, ideal para operaciones en terreno selvático. Ambos dejaron una estela visual impresionante en el cielo limeño.

    El Mil Mi-17: trabajo pesado y fiabilidad rusa

    Diseñado por la oficina de diseño Mil de la antigua Unión Soviética, el Mi-17 es una evolución del Mi-8, reconocido mundialmente por su robustez y capacidad de carga. Es un helicóptero de transporte medio, capaz de operar en condiciones extremas —desde desiertos hasta selvas y alturas andinas— lo que lo convierte en una herramienta esencial para las fuerzas armadas peruanas.

    Estos helicópteros no solo transportan tropas y suministros; también son utilizados en misiones de rescate, apoyo humanitario y evacuación médica. Su capacidad de adaptarse a distintos roles lo hace indispensable en un país con geografía tan diversa como el nuestro.

    Técnica y sentimiento

    Fotografiar desde el balcón tiene sus retos. No hay margen de error ni tiempo para cambiar de lentes o buscar mejor ángulo. Usé el modo de disparo continuo de la D300s, con enfoque automático en seguimiento (AF-C), para asegurar nitidez mientras los helicópteros se desplazaban rápidamente. La apertura de f/4 me dio un buen equilibrio entre nitidez y separación del fondo, y el ISO lo mantuve en 200 aprovechando la excelente luz.

    Procesé las imágenes en NX Studio, el software de Nikon, que me permitió mantener la fidelidad de color y contraste del archivo RAW original. La representación del verde militar, el camuflaje digital y el brillo metálico del fuselaje se conservaron con gran precisión.

    Una postal aérea que habla de soberanía

    Ver volar a estos helicópteros me genera respeto. Son máquinas que han sido testigo de operativos complejos, misiones humanitarias y entrenamientos en los cielos más exigentes. Pero también son una postal de soberanía, de esfuerzo logístico y tecnológico que a menudo pasa desapercibido.

    Aquí no solo capturo dos aeronaves en vuelo; es un homenaje visual a quienes las pilotan, a quienes las mantienen y a todo lo que representan.

  • La Florida, Huaral: Antesala a las nubes y al desafío de Rúpac

    La Florida, Huaral: Antesala a las nubes y al desafío de Rúpac

    Marzo de 2011. Un viaje de esos que no se olvidan, no solo por las vistas, sino por las experiencias que quedan tatuadas en la memoria. Nos encontrábamos en La Florida, un pequeño pueblo en Huaral que muchos conocen como la antesala al mítico Rúpac, ese conjunto de ruinas preincaicas que algunos se atreven a llamar el Machu Picchu limeño.

    Este viaje lo hice junto a un grupo de amigos fotógrafos. Armados con nuestras cámaras y una buena dosis de entusiasmo, salimos en busca de paisajes únicos y cielos despejados. Yo llevaba conmigo mi fiel Nikon D80, con la que capturé retratos del pueblo, sus calles polvorientas, las casas de adobe y la tranquilidad que parece haberse detenido en el tiempo. La luz de marzo en la sierra baja es particular: dura y contrastada, pero perfecta para capturar texturas y profundidad.

    El inicio de una aventura vertical

    La Florida marca el inicio del camino hacia Rúpac. Desde allí, comienza una ruta de trekking que rápidamente gana altura y pone a prueba el físico de cualquiera. En ese entonces, no éramos precisamente expertos en caminatas de alta montaña. A pesar del entusiasmo y la emoción, subestimamos el desafío que se venía. La ruta, empinada y sin sombra, se hace sentir desde los primeros pasos.

    Con cada metro ascendido, la vista se expandía. Huaral se iba desdibujando en la bruma del valle, mientras las montañas se cerraban a nuestro alrededor. Sin embargo, el verdadero reto no era solo físico, sino también mental.

    Cuando el sol cae… y aún falta camino

    La falta de experiencia —y algo de planificación— nos jugó una mala pasada. La subida, que pensábamos completar con luz de día, nos sorprendió con el anochecer a mitad de camino. La oscuridad en la sierra es absoluta. Cada paso se volvía incierto y el silencio del entorno se interrumpía solo por nuestras respiraciones agitadas y las piedras sueltas bajo los pies.

    En ese momento entendí la importancia de la altura. No solo por el aire más escaso, sino por la inmensidad del paisaje que te hace sentir pequeño. La adrenalina de estar en medio de la nada, guiándonos solo con linternas improvisadas, nos unió como grupo. Fue una lección de humildad y respeto por la montaña.

    El descenso y la lluvia: doble desafío

    Tras una noche fría en la zona de campamento y algunas tomas nocturnas que intenté capturar a pulso con mi Nikon, al día siguiente emprendimos el retorno. Pero la montaña aún no nos dejaba ir sin otra prueba: la lluvia.

    No fue intensa, pero sí suficiente para convertir el camino en una mezcla de barro y piedras resbalosas. Bajamos con cuidado, usando bastones improvisados y tratando de no mirar demasiado abajo. La cámara, protegida entre capas de ropa y plástico, fue testigo de cada tropiezo y cada risa nerviosa.

    Reflexiones entre nubes

    Ese viaje a La Florida y Rúpac no solo me dejó fotografías. Me dejó la certeza de que las mejores aventuras muchas veces se dan fuera de lo planificado. Que los errores de cálculo se convierten en recuerdos imborrables, y que la fotografía no siempre es solo luz y técnica, sino también vivencia y emoción.

    Tomadas con Nikon D80, lente kit 18-55 procesadas con Nikon NX studio

    Has click para ampliar las imágenes

  • Canon G1 X vs Olympus E-520: entre compacta premium y DSLR liviana

    En la fotografía no todo es resolución ni velocidad. A veces, el alma de una cámara está en cómo se siente al usarla, en la forma en que traduce la luz en colores, o en lo fácil que es simplemente salir con ella al cuello sin planificar mucho.
    Eso es justo lo que me pasó con dos cámaras muy diferentes: la Canon PowerShot G1 X y la Olympus E-520.

    Ambas tienen sus años, ambas tienen personalidad, y lo mejor de todo… aún tienen mucho que dar.


    Canon G1 X: sensor grande, alma compacta

    La G1 X llegó como una rareza: una compacta con un sensor casi del tamaño APS-C. Con sus 14 MP en un sensor de 1.5” CMOS, esta cámara fue el intento de Canon por romper el molde de las compactas tradicionales.

    Y sí que lo logró.

    Es una cámara que entrega colores limpios, detalle nítido y un rango dinámico muy respetable. Su lente fijo 28–112 mm equivalente es más que suficiente para calle, retrato y hasta algo de paisaje. ¿Lo mejor? Está integrada, así que no tienes que preocuparte por cambiar nada. Es sacar, disparar y listo.

    Con un diseño robusto, controles accesibles y un visor óptico decente (aunque algo limitado), la G1 X es perfecta para quien quiere calidad DSLR sin cargar una DSLR.


    Olympus E-520: una DSLR para los que disfrutan el proceso

    La E-520 es una DSLR del tipo que ya no se hace: compacta, liviana y con esa calidad Olympus que se siente en los colores y en el tacto.

    Su sensor Four Thirds de 10 MP no compite en tamaño con el de la G1 X, pero es suficiente para obtener buenas tomas con los lentes adecuados. Personalmente, he usado el kit Zuiko 14-42 y también lentes manuales adaptados, y la cámara responde bien, especialmente en condiciones de luz controlada.

    Tiene algo que se valora mucho hoy: estabilización en el cuerpo, un buen visor óptico, y la libertad de jugar con cristales antiguos gracias a la montura Four Thirds.
    Y aunque el ISO se queda algo corto comparado con sensores más modernos, el color y el detalle en buenas condiciones siguen siendo encantadores.

    Comparativa directa: G1 X vs E-520

    CaracterísticaCanon G1 XOlympus E-520
    Sensor1.5” CMOS, 14 MPFour Thirds Live MOS, 10 MP
    ISO altoMuy usable hasta 1600Limitado a 400–800
    RAWFlexible y limpioMenor rango dinámico
    LenteFijo 28–112 mm f/2.8–5.8Intercambiables (Four Thirds)
    EstabilizaciónNoEn el cuerpo
    TamañoCompacta, robusta, discretaDSLR liviana
    FeelingUrbana, lista para todoMás control, más artesanal

    ¿Con cuál me quedo?

    Ambas son geniales, pero diferentes. La Canon G1 X es para el fotógrafo que quiere llevar una cámara lista para cualquier ocasión, sin comprometer calidad. Es la que metes en la mochila en un viaje corto, o con la que sales a caminar por la ciudad y vuelves con fotos que sorprenden.

    La Olympus E-520, en cambio, es para quienes disfrutan del proceso fotográfico: montar el lente, ajustar el enfoque, pensar la toma. Es más reflexiva, más pausada… pero también más creativa.

    Y como todo en la fotografía, no se trata de cuál es “mejor”, sino cuál te inspira más.