Categoría: Camaras

  • Nikon F4 vs Nikon F5: convivir con dos leyendas, no solo fotografiar con ellas

    Hay cámaras que uno prueba un fin de semana y devuelve a la vitrina.

    Y hay otras que, apenas las cargas con película, te cambian la forma de salir a fotografiar. Para mí, la Nikon F4 y la Nikon F5 pertenecen a este segundo grupo.

    No son cámaras “cómodas”. No son ligeras. No son discretas.

    Pero cada una, a su manera, te recuerda por qué la fotografía analógica sigue teniendo sentido hoy.


    La Nikon F4: el ritmo de la fotografía consciente

    Con la F4 siempre me pasa lo mismo: bajo el ritmo.

    No porque sea lenta —no lo es— sino porque te invita a pensar. Es una cámara que todavía se siente muy cercana a las Nikon mecánicas, aunque ya tenga autofocus y medición moderna. El diseño es sobrio, casi serio, y al usarla tengo la sensación de que nada sobra.

    Cuando disparo con la F4, me escucho más. Me detengo más. Miro el encuadre dos veces. El autofocus está ahí para ayudar, no para dominar la escena. Y eso se nota especialmente cuando la uso con lentes manuales: la experiencia es directa, honesta, muy fotográfica.

    Es la cámara que saco cuando quiero disfrutar del proceso. Caminar, observar, esperar la luz. No me pide rapidez, me pide intención.


    La Nikon F5: cuando la cámara toma el mando

    La F5 es otra historia desde el primer segundo.

    Apenas la tomas, entiendes que fue diseñada para no fallar. Todo en ella transmite seguridad: la empuñadura, los botones, el sonido seco del obturador, la forma en que enfoca sin dudar.

    Con la F5 no pienso tanto en la cámara. Pienso en lo que está pasando delante. El autofocus sigue sujetos con una soltura que todavía sorprende en película, y la medición matricial rara vez se equivoca. Es una cámara que te permite reaccionar, confiar y disparar.

    No es una cámara emocional. Es una cámara profesional en el sentido más puro de la palabra. Y eso, lejos de ser un defecto, es precisamente su mayor virtud.


    Dos maneras de trabajar, ninguna equivocada

    Algo que descubrí usándolas en paralelo es que no compiten entre sí, se complementan.

    La F4 me acompaña mejor en fotografía urbana, retratos tranquilos, paisajes donde el tiempo juega a favor. La F5 aparece cuando necesito rapidez, precisión y cero margen de error.

    Con la F4 siento que yo llevo el control.

    Con la F5 siento que la cámara y yo somos un equipo… pero ella va un paso adelante.


    Lentes, compatibilidad y ese lujo silencioso de Nikon

    Hay un detalle que con los años valoro cada vez más: ambas aceptan prácticamente todo el universo de lentes Nikon. Montar un AI o AI-S manual sigue siendo una experiencia deliciosa, y pasar a un AF-D es inmediato, natural.

    Esto hace que hoy, décadas después de su lanzamiento, sigan siendo cámaras plenamente utilizables. No están atadas a un sistema muerto. Siguen dialogando con el vidrio Nikon, viejo y nuevo, sin protestar.


    Pilas AA: lo práctico también importa

    Puede sonar menor, pero no lo es: las dos funcionan con pilas AA. No hay baterías propietarias difíciles de encontrar ni cargadores exóticos. Sales, compras pilas y sigues fotografiando. En una cámara profesional, este detalle se vuelve una tranquilidad enorme. La F5 consume más, claro, porque es más potente. Pero nunca he sentido que sea un problema real en el uso cotidiano.


    Una pausa técnica necesaria

    Para poner todo en contexto, dejo una tabla breve. No para decidir, sino para ordenar sensaciones.

    CaracterísticaNikon F4Nikon F5
    Sensación en usoClásica, reflexivaContundente, segura
    AutofocusCorrecto, calmadoRápido y muy preciso
    MediciónMuy confiableExcepcional
    Disparo continuoHasta 5.7 fpsHasta 8 fps
    AlimentaciónPilas AAPilas AA
    EspírituTransición analógicaCulminación profesional

    Conclusión personal

    Si tuviera que resumirlo sin técnica, diría esto: La Nikon F4 es una cámara que se disfruta. La Nikon F5 es una cámara que se confía.

    No elegiría una sobre la otra de forma definitiva. Elegiría según el día, el ánimo y el tipo de fotografía que quiero hacer. Y quizá esa sea la mayor virtud de ambas: que, tantos años después, todavía tienen algo que decir.

    Si te provoca, en el próximo artículo puedo contar cómo se sienten con distintas películas, o qué lentes realmente les sacan carácter hoy, más allá de la ficha técnica.

  • Nikon F60 vs Nikon N55: cuando la cámara no estorba y te deja fotografiar

    Nikon F60, Nikon N55, Nikon analógica autofocus, Nikon film 35mm

    Hay cámaras que uno recuerda con cariño porque eran “la mejor”. Y hay otras que se recuerdan porque simplemente estaban ahí, listas para salir contigo sin exigir nada. La Nikon F60, llamada Nikon N55 en América, pertenece claramente al segundo grupo.

    No fue aspiracional, no fue profesional, no fue “la cámara soñada”. Pero fue la cámara que muchísima gente usó para aprender, para viajar, para registrar familia, calle, vida real. Y eso, con los años, le da otro valor.

    La F60 y la N55: el mismo cuerpo, dos nombres, una sola intención

    Lo primero que siempre aclaro cuando alguien me pregunta por estas cámaras es esto: no hay diferencia real entre la F60 y la N55. Es la misma cámara, mismo cuerpo, mismo funcionamiento. Nikon solo cambió el nombre según el mercado.

    Lo interesante no está en el nombre, sino en cómo se siente usarla hoy, en pleno 2026, cuando volvemos al rollo buscando pausa, textura y menos distracciones.

    Usarla hoy: ligera, plástica… y sorprendentemente cómoda

    La Nikon F60/N55 es liviana, casi demasiado. Todo es plástico, sí, pero bien armado. No transmite “tanque”, transmite algo distinto: no tengas miedo de usarla.

    La saco, la cuelgo, camino. No pesa. No molesta. No me obliga a pensar en exceso. El autofocus responde rápido, el exposímetro rara vez se equivoca y el modo automático —aunque muchos lo miren en menos— funciona tan bien que te permite concentrarte en el encuadre.

    Es una cámara que no compite contigo. Te acompaña.

    Las variantes importan (un poco)

    Aquí sí vale detenerse un momento. Existen versiones F60 / N55 y F60D / N55D.

    En la práctica, la versión “D” se lleva mejor con los lentes AF-D y mide la luz de forma más consistente. No es imprescindible. Si es muy recomendable si la encuentras al mismo precio. Pero incluso la versión básica sigue siendo perfectamente usable hoy.

    Una tabla corta, solo lo necesario

    CaracterísticaNikon F60 / N55
    Formato35 mm (film)
    MonturaNikon F
    AutofocusSí (motor en cuerpo)
    Velocidad máx.1/2000 s
    FlashIntegrado
    Peso~395 g
    Año1998

    Nada espectacular, nada innecesario. Justo lo que es.

    Baterías: uno de sus mayores aciertos

    Dos pilas CR123A. Nada más. Hoy esto es una ventaja enorme. No dependes de baterías antiguas, no buscas cargadores raros, no adaptas nada. Compras las pilas, disparas y listo. Además, duran bastante, incluso usando flash.

    Para una cámara análoga de uso real, cotidiano, esto suma más de lo que parece.

    Lentes compatibles: aquí está el verdadero encanto

    La montura Nikon F es probablemente el mayor argumento a favor de esta cámara. Puedes montar desde un 50 mm AF-D clásico hasta zooms modestos noventeros que hoy se consiguen a precios ridículos.

    Con un 50 mm f/1.8 AF-D, la F60 se transforma. Se vuelve discreta, rápida, muy nítida. Con un 28-80 mm AF-D, vuelve a ser esa cámara “familiar” que lo hacía todo sin llamar la atención. Incluso con lentes manuales AI o AI-S se puede disparar, aunque ya sin medición. No es su fuerte, pero se puede. La cámara no se queja.

    ¿La recomiendo hoy? Sí, pero por las razones correctas

    No es una cámara para coleccionar. No es una cámara para impresionar.

    Es una cámara para usar. Para caminar, para viajar ligero, para volver al film sin romanticismos exagerados. Para quien quiere cargar un rollo, escuchar el arrastre, ver el autofocus moverse y simplemente disparar.

    La Nikon F60 / N55 no te promete grandes cosas. Te promete algo mejor: no estorbarte mientras haces fotos.

    Y a veces, eso es exactamente lo que uno necesita.

  • Nikon D300 vs D300s en 2026: dos cámaras que aún se sienten vivas

    Hay cámaras que uno no compra por especificaciones, sino por sensaciones.

    La Nikon D300 y la Nikon D300s pertenecen a ese grupo raro de equipos que, aunque ya no compiten con lo moderno, siguen teniendo algo que muchas cámaras actuales han perdido: personalidad.

    Cuando las usas hoy, no estás buscando velocidad ni video perfecto. Estás buscando conexión.


    Dos cámaras casi iguales… pero no idénticas

    En la mano, la D300 y la D300s se sienten exactamente como lo que son: herramientas profesionales de otra época. Pesadas, firmes, con botones dedicados para todo. En fotografía pura, no hay diferencia real en el resultado. Comparten el mismo sensor DX de 12 megapíxeles, el mismo sistema de enfoque de 51 puntos y el mismo carácter en color y textura.

    La diferencia aparece cuando miras el contexto actual y el tipo de uso que quieres darles.

    Tabla comparativa rápida (lo que realmente importa hoy)

    CaracterísticaNikon D300Nikon D300s
    Año de lanzamiento20072009
    SensorDX CMOS 12.3 MPDX CMOS 12.3 MP
    Autofoco51 puntos Multi-CAM 3500DX51 puntos Multi-CAM 3500DX
    Ráfaga6 fps (8 fps con grip)7 fps (8 fps con grip)
    VideoNoSí, HD 720p
    Ranuras de tarjeta1 × CompactFlashCF + SD
    CuerpoAleación de magnesio selladaAleación de magnesio sellada
    BateríaEN-EL3eEN-EL3e
    Uso ideal hoyFotografía puraFoto + video ocasional

    No es una diferencia enorme, pero sí suficiente para inclinar la balanza según tu forma de trabajar.


    Batería y cargador: una tranquilidad que hoy se extraña

    Ambas cámaras usan la batería EN-EL3e, una batería legendaria por su duración.

    En fotografía real, sin cuidar demasiado el consumo, es normal superar las 900 o 1,000 fotos por carga. Para viajes, calle o sesiones largas, eso sigue siendo una ventaja enorme en 2025.

    El cargador original es el MH-18a, robusto y confiable, aunque hoy es más común usar cargadores compatibles de buena calidad. Lo bueno es que baterías y cargadores siguen siendo fáciles de conseguir, incluso nuevos, y a precios muy razonables.

    Si vienes de cámaras mirrorless, esta autonomía se siente casi como un lujo olvidado.


    El video de la D300s: limitado, pero con carácter

    Conviene decirlo sin adornos: el video de la D300s no es moderno. Es 720p, todo manual, sin ayudas. Pero eso no lo vuelve inútil.

    Al contrario: obliga a trabajar con intención.

    Con buena luz, enfoque manual y una idea clara, el video tiene un look suave, orgánico, sin exceso de nitidez ni colores artificiales. No sirve para vlogging ni para contenido rápido, pero sí para proyectos personales, clips artísticos, pequeños documentales o videos con estética retro.

    Es un video que no te ayuda, pero tampoco te estorba. Y eso, curiosamente, hoy se agradece.


    Accesorios disponibles (y aún útiles)

    Una de las grandes ventajas de estas Nikon es la cantidad de accesorios que siguen disponibles:

    • Grip MB-D10, que mejora el agarre y permite usar baterías adicionales o pilas AA.
    • Flashes Nikon CLS (SB-600, SB-700, SB-800), totalmente compatibles.
    • Disparadores remotos, cables USB, visores, pantallas protectoras.
    • Compatibilidad total con lentes Nikon F, incluso ópticas antiguas sin CPU.

    Son cámaras que todavía viven dentro de un ecosistema enorme.


    Lentes recomendados para disfrutarlas hoy

    Aquí es donde realmente brillan. Estas cámaras se benefician mucho de lentes con carácter, no necesariamente modernos.

    Si tuviera que sugerir algunos para disfrutarlas de verdad:

    • Nikon 18-70mm f/3.5-4.5 DX El clásico que mejor calza con estas cámaras. Mejor construcción y color que el 18-55, muy equilibrado y con un “look” muy de época.
    • Nikon 35mm f/1.8 DX Pequeño, liviano y perfecto para calle y retrato ambiental. En la D300/D300s se siente natural, casi como un 50mm clásico.
    • Nikon 50mm f/1.8 D Barato, nítido y con ese desenfoque sencillo pero agradable. Ideal para retratos con intención.
    • Zooms antiguos AF-D Muchos de estos lentes funcionan de maravilla en estas cámaras y refuerzan ese carácter más “analógico-digital” que tanto las define.

    No necesitan lentes caros para brillar. Necesitan lentes con alma.


    Usarlas hoy: menos velocidad, más intención

    Salir con una D300 o una D300s en 2025 es aceptar que vas a disparar menos, pero pensar más. No hay pantallas táctiles ni ayudas constantes. Todo pasa por botones físicos, por el visor, por tu criterio.

    Y eso cambia la forma de fotografiar.

    No son cámaras para todos, ni lo pretenden.

    Pero para quien disfruta el proceso, siguen siendo profundamente satisfactorias.


    Una decisión más emocional que técnica

    Elegir hoy una Nikon D300 o D300s no es una decisión lógica. Es una decisión emocional. Es querer una cámara que se sienta sólida, confiable, honesta. Una cámara que no corre detrás de la tecnología, sino que te acompaña.

    No son rápidas.

    No son modernas.

    Pero siguen siendo cámaras que se sienten vivas.

    Y a veces, eso es exactamente lo que uno necesita.

  • Nikon D70 en 2026: por qué esta DSLR con sensor CCD sigue valiendo la pena

    La Nikon D70 no es tendencia en redes, no tiene video y no promete magia automática. Aun así, en 2026 cada vez más fotógrafos la vuelven a sacar del cajón. ¿La razón? Porque sigue entregando algo que hoy escasea: fotos con intención.

    No es una cámara para competir con lo nuevo. Es una cámara para reconectar con el acto de fotografiar.

    Cuando Nikon hizo una cámara para aprender (y acertó)

    La D70 apareció cuando el digital todavía se estaba ganando la confianza de quienes venían del rollo. Nikon no simplificó la experiencia: la hizo clara. Botones físicos, visor óptico, RAW de verdad y un sensor que respondía con carácter.

    Muchos aprendimos fotografía digital con esta cámara. Y eso se nota todavía cuando la usas hoy.

    El CCD: el detalle que explica su regreso

    Su sensor CCD de 6 megapíxeles no impresiona en números, pero sí en resultados. Los colores son suaves, las transiciones tonales naturales y las pieles agradables. No hay agresividad digital. Hay una estética que recuerda a la fotografía química y que, en 2026, se siente refrescante.

    Un vistazo técnico rápido (solo lo necesario)

    CaracterísticaNikon D70
    SensorCCD APS-C (DX)
    Resolución6.1 MP
    ISO200–1600 (Hi-1: 3200)
    ObturaciónHasta 1/8000 s
    FormatoRAW (NEF 12 bits) / JPEG
    MonturaNikon F
    VideoNo

    El lente de kit que sí valía la pena

    Aquí hay una sorpresa para muchos. La Nikon D70 no venía con un kit cualquiera, sino con el 18–70mm f/3.5–4.5G. Este lente fue —y sigue siendo— excelente para su categoría. Es nítido, enfoca rápido y cubre un rango perfecto para viajes, calle y fotografía cotidiana.

    En 2026 sigue rindiendo mejor que muchos kits modernos más económicos. Si encuentras una D70 con este lente, es una compra redonda para empezar.

    Dos lentes para disfrutar realmente la D70 hoy

    Si quieres ir un paso más allá, hay dos opciones que transforman la experiencia.

    La primera es el 50mm f/1.8D. Ligero, barato y con un desenfoque muy agradable en este sensor. Ideal para retratos, escenas tranquilas y fotografía personal. Es el lente que te hace salir a caminar sin un plan.

    La segunda opción es el 35mm f/2. En la D70 se siente natural, cercano al ángulo del ojo humano. Perfecto para calle, viajes y proyectos documentales. No llama la atención y rinde de maravilla con el CCD.

    Con cualquiera de los dos, la D70 deja de sentirse antigua y empieza a sentirse intencional.

    Fotografiar con la D70 en 2026

    Usarla es un ejercicio de calma. No dispara sola ni te empuja a revisar cada foto. Te obliga a mirar la luz, a esperar y a decidir. Con esta cámara se hacen menos fotos, pero se disfrutan más.

    Sus límites también suman

    La pantalla es pequeña, el enfoque es simple y el ISO alto tiene ruido. Pero esos límites ordenan la experiencia. Te recuerdan que la fotografía ocurre antes de presionar el disparador, no después.

    ¿Vale la pena hoy?

    Sí, si buscas carácter.

    Sí, si disfrutas el proceso.

    Sí, si quieres una cámara que no te distraiga.

    No, si necesitas velocidad, video o automatismos.

    Para cerrar

    La Nikon D70 no es una cámara vintage por moda. Es una herramienta honesta que todavía enseña a mirar. En un mundo de imágenes perfectas y olvidables, la D70 sigue ofreciendo algo más difícil de encontrar: fotografías con intención.

    Y a veces, eso es todo lo que uno necesita.

  • Nikon D200 en 2026: volver a disfrutar la fotografía, sin apuro

    Cada cierto tiempo vuelvo a la Nikon D200 y siempre me pasa lo mismo: recuerdo por qué me gustaba tanto fotografiar. No por la resolución, ni por el rango dinámico, ni por lo que dice una ficha técnica. Me gusta porque me obliga a bajar el ritmo.

    En 2026, rodeados de cámaras que lo hacen todo solas, la D200 se siente como sentarse a escuchar un vinilo. No es práctica en el sentido moderno, pero es profundamente satisfactoria.


    El peso, los botones y esa sensación “pro”

    Lo primero que notas al agarrarla es que no es liviana. Y qué bueno que no lo sea. El cuerpo de magnesio, los botones grandes, el dial firme… todo te dice que esta cámara fue pensada para trabajar muchos años, no para cambiarse en dos temporadas.

    No hay menús eternos. No hay pantallas que te distraigan. Ajustas ISO, apertura, velocidad, y listo. El visor sigue siendo grande y claro, incluso hoy.


    Fotografía de estudio con la Nikon D200: donde realmente brilla

    En estudio, la D200 se siente en casa. Ahí desaparecen casi todas las “limitaciones” modernas. Trabajar a ISO 100, con flashes y luz controlada, es exactamente lo que este sensor CCD sabe hacer mejor.

    Cada vez que la uso en retrato de estudio, noto algo especial en los archivos. Los tonos de piel son suaves, creíbles, sin ese exceso de nitidez que hoy a veces parece más un defecto que una virtud. No hay piel plástica, no hay microdetalle exagerado. Hay textura.

    Trabajo siempre en manual, con la cámara en trípode, flashes sencillos y disparadores básicos. Nada sofisticado. Y funciona. Funciona muy bien. La D200 no te estorba, no decide por ti. Solo registra lo que tú construiste con la luz.


    El CCD y ese color que no se olvida

    Mucho se habla del “look CCD” y no es solo romanticismo. El sensor de la D200 tiene una forma muy particular de interpretar el color. Los archivos RAW se sienten densos, con carácter, especialmente en luz continua o flashes suaves.

    En blanco y negro también tiene algo especial: contraste natural, grano agradable, transiciones limpias. Es una cámara que invita a editar con calma, no a corregir errores.


    Usarla en 2026: perfectamente posible

    La Nikon D200 sigue siendo totalmente usable hoy. Las baterías EN-EL3e se consiguen sin problema, los cargadores también, y el ecosistema de lentes Nikon F es enorme. En estudio, la autonomía rinde muchísimo, y la cámara nunca se calienta ni se siente forzada.

    No es una cámara rápida, ni silenciosa, ni moderna. Pero para retrato, producto sencillo, fotografía editorial tranquila o proyectos personales, sigue siendo una compañera fiel.


    La fotografía como acto consciente

    Con la D200 no disparas en ráfaga por costumbre. Piensas la foto. Ajustas la luz. Esperas. Disparas una o dos veces. Revisas. Sigues.

    Y eso, para mí, vale oro.

    Cada sesión con esta cámara se siente más cercana a lo analógico que a lo digital actual. Es como un puente entre épocas. Y quizás por eso sigue teniendo tanto sentido.



    Características técnicas principales

    CaracterísticaNikon D200
    SensorCCD APS-C (DX)
    Resolución10.2 MP
    ISO100 – 1600
    Ráfaga5 fps
    Autofoco11 puntos
    CuerpoAleación de magnesio
    AlmacenamientoCompactFlash
    BateríaEN-EL3e
    CargadorMH-18a

    Reflexión final

    La Nikon D200 no intenta impresionarte. No compite con nadie. Simplemente hace su trabajo, con dignidad, carácter y una personalidad muy marcada.

    En 2026, usarla no es retro por moda.

    Es una elección consciente.

    Y eso, curiosamente, la hace más vigente de lo que parece.