Nikon F60, Nikon N55, Nikon analógica autofocus, Nikon film 35mm
Hay cámaras que uno recuerda con cariño porque eran “la mejor”. Y hay otras que se recuerdan porque simplemente estaban ahí, listas para salir contigo sin exigir nada. La Nikon F60, llamada Nikon N55 en América, pertenece claramente al segundo grupo.
No fue aspiracional, no fue profesional, no fue “la cámara soñada”. Pero fue la cámara que muchísima gente usó para aprender, para viajar, para registrar familia, calle, vida real. Y eso, con los años, le da otro valor.
La F60 y la N55: el mismo cuerpo, dos nombres, una sola intención
Lo primero que siempre aclaro cuando alguien me pregunta por estas cámaras es esto: no hay diferencia real entre la F60 y la N55. Es la misma cámara, mismo cuerpo, mismo funcionamiento. Nikon solo cambió el nombre según el mercado.
Lo interesante no está en el nombre, sino en cómo se siente usarla hoy, en pleno 2026, cuando volvemos al rollo buscando pausa, textura y menos distracciones.


Usarla hoy: ligera, plástica… y sorprendentemente cómoda
La Nikon F60/N55 es liviana, casi demasiado. Todo es plástico, sí, pero bien armado. No transmite “tanque”, transmite algo distinto: no tengas miedo de usarla.
La saco, la cuelgo, camino. No pesa. No molesta. No me obliga a pensar en exceso. El autofocus responde rápido, el exposímetro rara vez se equivoca y el modo automático —aunque muchos lo miren en menos— funciona tan bien que te permite concentrarte en el encuadre.
Es una cámara que no compite contigo. Te acompaña.
Las variantes importan (un poco)
Aquí sí vale detenerse un momento. Existen versiones F60 / N55 y F60D / N55D.
En la práctica, la versión “D” se lleva mejor con los lentes AF-D y mide la luz de forma más consistente. No es imprescindible. Si es muy recomendable si la encuentras al mismo precio. Pero incluso la versión básica sigue siendo perfectamente usable hoy.
Una tabla corta, solo lo necesario
| Característica | Nikon F60 / N55 |
|---|---|
| Formato | 35 mm (film) |
| Montura | Nikon F |
| Autofocus | Sí (motor en cuerpo) |
| Velocidad máx. | 1/2000 s |
| Flash | Integrado |
| Peso | ~395 g |
| Año | 1998 |
Nada espectacular, nada innecesario. Justo lo que es.
Baterías: uno de sus mayores aciertos
Dos pilas CR123A. Nada más. Hoy esto es una ventaja enorme. No dependes de baterías antiguas, no buscas cargadores raros, no adaptas nada. Compras las pilas, disparas y listo. Además, duran bastante, incluso usando flash.
Para una cámara análoga de uso real, cotidiano, esto suma más de lo que parece.
Lentes compatibles: aquí está el verdadero encanto
La montura Nikon F es probablemente el mayor argumento a favor de esta cámara. Puedes montar desde un 50 mm AF-D clásico hasta zooms modestos noventeros que hoy se consiguen a precios ridículos.
Con un 50 mm f/1.8 AF-D, la F60 se transforma. Se vuelve discreta, rápida, muy nítida. Con un 28-80 mm AF-D, vuelve a ser esa cámara “familiar” que lo hacía todo sin llamar la atención. Incluso con lentes manuales AI o AI-S se puede disparar, aunque ya sin medición. No es su fuerte, pero se puede. La cámara no se queja.
¿La recomiendo hoy? Sí, pero por las razones correctas
No es una cámara para coleccionar. No es una cámara para impresionar.
Es una cámara para usar. Para caminar, para viajar ligero, para volver al film sin romanticismos exagerados. Para quien quiere cargar un rollo, escuchar el arrastre, ver el autofocus moverse y simplemente disparar.
La Nikon F60 / N55 no te promete grandes cosas. Te promete algo mejor: no estorbarte mientras haces fotos.
Y a veces, eso es exactamente lo que uno necesita.