Unas cuantas fotografia del atardecer en Miraflores
Las tomas son de Diciembre 2011. Después de tiempo las volví a revisar y las armé.
Y digo las armé porque son tomas panorámicas unidas unas de otras. Con Photoshop o PTGUI.
Mi ultimo día en México, antes de regresar a Lima. El día estaba oscuro, y no me inspiraba mucha confianza sacar mi cámara SLR digital. Así que, no encontré mejor oportunidad que probar con mi Nikon N75 cargada con película negativa. No es que mi Nikon N75 no tuviera importancia, sino que creo que no llamaba tanto la atención como la digital.
Como ven, tuve estas tomas desde hace tiempo, sin embargo nunca le encontré lo atractivo de las tomas. Hasta que un fin de semana libre me anime a procesarlas, ajustarles el color, contraste y mostrar los detalles de tan hermosa arquitectura.
A solo unos pasos de la Plaza de Armas, en pleno corazón del centro histórico de Arequipa, se encuentra uno de esos lugares que parecen haber escapado al paso del tiempo: los Claustros de la Compañía de Jesús. Aunque a primera vista podrían pasar desapercibidos entre el ritmo agitado del turismo y el comercio, basta con cruzar sus arcos para entrar en un mundo de silencio, piedra y luz.
La historia de este lugar comienza en el siglo XVII, cuando los jesuitas llegaron a Arequipa y levantaron uno de los complejos arquitectónicos más notables de la ciudad. La iglesia principal y sus claustros fueron construidos con sillar blanco, una piedra volcánica porosa y ligera que define la estética de la ciudad y le da ese carácter único, casi etéreo.
Tras la expulsión de la orden en el siglo XVIII, el uso del recinto fue variando con los años. Hoy en día, los claustros albergan galerías de arte, tiendas de artesanías finas y agencias de viajes. Sin embargo, su esencia permanece intacta: los patios siguen envueltos en una calma casi monástica y los muros de piedra continúan narrando su historia a quienes se detienen a mirar con atención.
El conjunto destaca por sus arcos de medio punto, columnas toscanas y cornisas delicadamente talladas a mano. En algunos muros, se pueden observar detalles ornamentales florales y geométricos esculpidos directamente en el sillar. La luz que entra por los corredores cambia a lo largo del día, proyectando sombras suaves que realzan aún más la textura de la piedra.
Cada rincón invita a detenerse, a mirar, a respirar más lento. Es un lugar que, más que fotografiarse, se contempla.
Durante mi corta estancia en Arequipa, este fue uno de los sitios que más me impactó. Armado con mi fiel Nikon D2x y un lente Nikkor 18-55 mm, intenté capturar la serenidad de los claustros y su riqueza de detalles. Algunas de las fotos que verás en la galería fueron disparos únicos, casi instintivos. Otras, como las panorámicas del final, fueron necesarias para abarcar la amplitud del espacio, ya que mi lente no daba más de sí.
Revelé las imágenes con Photoshop, aplicando ajustes de color suaves y usando filtros de Nik Software para realzar las texturas sin traicionar la luz original del lugar. No se trataba de embellecer, sino de respetar lo que ya era bello por sí mismo.
A continuación encontrarás la galería con las imágenes que tomé durante mi visita. Cada una está pensada para transmitir el ambiente tranquilo y casi espiritual que envuelve a este lugar. Ojalá logren transmitir, al menos en parte, la sensación de estar ahí.
Librería en san Vicente de Cañete
Estuve en el auto mientras esperaba, cuando me percate de esta escena, una modesta librería en plena plaza principal de san Vicente.
Lamentablemente mi generación no creció con el hábito de la lectura, hábito que hoy en día se trata de inculcar en la generación actual mediante el plan lector.
Me puse a pensar de cuando estuve en Inglaterra y habían librerías por doquier, desde borders hasta las que te vendían libros de segunda por un par de libras esterlinas. Es más, en mi tiempo libre, tuve la oportunidad de comprarme libros y novelas de segunda de estas librerías inglesas, novelas de Tom Clancy, Arthur C. Clarke, Isaac Asimov, entre otros, están en mi biblioteca personal
Yendo por el lado fotográfico, la toma la hice con mi celular y fue editada con snapseed, una de mis editores fotográficos favoritos para celular. Así mismo, esta publicación se realiza desde el mismo teléfono celular
Nuevamente lamento no haber llevado mi trípode para haber hecho tomas nocturnas de esta hermosa catedral hecha de sillar.
Menos mal creo que la luz estuvo de mi lado, y pude hacer estas tomas. Como podrán apreciar, la luz es diferente en el atardecer, haciendo mas contraste sobre la bella arquitectura de esta catedral. Los ángulos los hice del otro lado, aprovechando la luz.
Hay algunas tomas panorámicas estas son tomas verticales unidas horizontalmente con Photomerge de Photoshop o en algunos casos con PTGui. Algunos ajustes de color, luces y sombras fueron necesarios para estas tomas.