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  • La Iglesia Matriz de Santa Catalina en Juliaca: piedra, cielo y vida urbana

    La Iglesia Matriz de Santa Catalina en Juliaca: piedra, cielo y vida urbana

    Un encuentro con la piedra y el cielo en el altiplano peruano (abril 2012)

    Abril del 2012. Juliaca no estaba en mis planes como destino fotográfico principal, pero como suele pasar en los viajes por el sur del Perú, algunas ciudades terminan sorprendiendo más de lo esperado. En medio del ritmo intenso de la ciudad y su carácter comercial, aparece imponente la Iglesia Matriz de Santa Catalina, como un ancla de piedra que recuerda que aquí la historia sigue respirando.

    Llegué con mi Nikon D2x y el confiable lente Nikkor 18-55, un equipo sencillo pero suficiente para registrar arquitectura, texturas y escenas urbanas sin distracciones. No era un día especialmente silencioso: autos, peatones, vendedores, el cielo cambiante del altiplano. Y aun así, la iglesia se imponía.

    Una iglesia que define el rostro de Juliaca

    La Iglesia Matriz de Santa Catalina es el principal templo católico de Juliaca y uno de sus símbolos urbanos más reconocibles. Construida en piedra, con una fachada sobria pero sólida, mezcla elementos coloniales con adaptaciones propias de la sierra sur. Su campanario, robusto y contenido, dialoga con la cúpula posterior, coronada por pináculos que destacan contra el cielo abierto de Puno.

    Lo interesante de este templo no es solo su arquitectura, sino su ubicación: no está aislado ni elevada artificialmente. Está ahí, integrada al flujo diario de la ciudad, lo que la vuelve aún más fotogénica. La iglesia convive con peatones, autos antiguos, cruces peatonales y vida cotidiana. Esa mezcla fue parte esencial de las tomas.

    Fotografiar en el altiplano: luz dura y carácter

    La luz del mediodía en Juliaca no perdona. Es directa, contrastada, sin medias tintas. Con la Nikon D2x, un sensor CCD con carácter muy marcado, opté por respetar esa dureza: sombras definidas, cielos con volumen, piedra con textura real. El lente 18-55 permitió pasar rápidamente de planos generales a detalles del campanario y la cúpula, sin cambiar de óptica ni perder el ritmo del recorrido.

    Las palomas sobre los cornisamentos, las campanas enmarcadas por arcos, las piedras irregulares del muro posterior… todo parecía pedir una foto más cercana, más lenta, más observada.

    Detalles que cuentan historia

    Si uno se aleja de la fachada principal y observa la parte posterior, la cúpula revela un trabajo en piedra que suele pasar desapercibido. Los pequeños remates, las cruces, los volúmenes escalonados hablan de una arquitectura pensada para durar, no para impresionar de inmediato.

    Ese contraste —fachada frontal más contenida, parte posterior más expresiva— fue uno de los aspectos que más me atrajo al fotografiarla. No es una iglesia que se agota en una sola mirada.

    Juliaca más allá del tránsito

    Esta visita fue breve, casi de paso, pero suficiente para entender que Juliaca tiene capas que solo se revelan si uno se detiene. La Iglesia Matriz de Santa Catalina funciona como un punto de pausa, un lugar donde el tiempo parece desacelerarse unos segundos, incluso cuando todo alrededor sigue en movimiento.

    Volvería sin dudarlo, quizá con más tiempo, caminando sin apuro, esperando otra luz. Pero estas fotos, tomadas en abril del 2012, siguen siendo un buen recordatorio de que muchas veces los encuentros más interesantes ocurren cuando no los estás buscando.

    Datos de la toma

    • Cámara: Nikon D2x
    • Lente: Nikkor 18-55 mm
    • Fecha: Abril 2012
    • Lugar: Juliaca, Puno – Perú