A veces uno sale a probar equipo. Sin pretensiones, sin modelos, sin luces. Solo el mar, el cielo y unas gaviotas que no sabían que estaban a punto de ser protagonistas de una pequeña secuencia fotográfica.
Elegí un lugar poco conocido pero hermoso: Playa El Paraíso, al norte de Lima, cerca de Huacho. Y llevé conmigo un lente que, sinceramente, no uso mucho: el Nikon AF Nikkor 70-300mm f/4-5.6 G, montado sobre mi Nikon D2x.
El equipo: un zoom económico en un cuerpo profesional
La D2x es una bestia. Robusta, confiable, y con ese sensor CMOS de 12.4 MP en formato DX, que entrega colores que me siguen enamorando. Pero el lente… bueno, el 70-300 G no es el mejor compañero para acción rápida.
A diferencia de mi Tamron 70-300mm con anillo de abertura, este Nikkor carece de ese control manual y se siente más limitado. Además, el enfoque no es lo más rápido del mundo. Comparado con un 80-200mm f/2.8 ED, parece caminar mientras el otro vuela.
Aun así, quise ver qué tan lejos podía llevarlo.
Preparando la escena: paciencia y distancia
No soy fotógrafo de naturaleza en el sentido clásico. Pero sí tengo algo claro: los animales no posan si los apuras. Así que lo primero fue mantener la distancia. Me acerqué con calma, sin movimientos bruscos, hasta que encontré una posición cómoda.
Me senté. Respiré. Y esperé.
Las gaviotas no tardaron en volver a confiar.
Usé ISO 400, velocidades altas para congelar el vuelo, y traté de mantener el lente en 300mm, lo que con el factor de recorte del DX equivale a unos 450mm reales. A esa distancia, cada aleteo parecía una coreografía.
El lugar: Playa El Paraíso, su nombre lo dice todo
A unos 145 km al norte de Lima, saliendo por la Panamericana, hay una entrada sin señalización —escondida, como un secreto bien guardado— que lleva a esta playa. Es un camino de tierra, un poco accidentado, pero cuando llegas… la vista compensa todo.
La playa es limpia, tranquila, sin multitudes. Un paraíso de verdad. Ideal para ir a pensar, a leer, o en mi caso, a probar lentes olvidados.
No hay tiendas, ni restaurantes. Solo un vendedor ambulante que aparece con cervezas y helados hasta que cae el sol. Después de eso, quedas tú, el mar, y el sonido de las aves.
Lecciones para la próxima
El 70-300 G no es ideal para tomas de acción. Eso me quedó claro. Pero con algo de técnica y paciencia, se pueden lograr resultados decentes. Para la próxima, pienso:
- Cerrar más el diafragma: trabajar con f/5.6 o f/8 para mejorar nitidez.
- Anticipar el vuelo: disparar justo antes del movimiento, no durante.
- Llevar mi 80-200mm f/2.8 si quiero mejores tiempos de enfoque.
Pero también entendí que a veces no se trata del equipo, sino del momento.
Detalles técnicos
- Cámara: Nikon D2x
- Lente: Nikon AF 70-300mm f/4-5.6 G
- Modo: Prioridad de velocidad / Manual
- ISO: 400
- Velocidades: altas para congelar vuelo
- Distancia focal: 300mm (equivalente a 450mm en DX)








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